La cocción es el peor tratamiento que podemos hacer al alimento porque provoca importantes modificaciones en la estructura molecular y en sus propiedades. Genera también nuevas y peligrosas moléculas: la cocción modifica la tensión de la superficie, el grado de dispersión, la presión osmótica, el grado de dilución, los estados coloidales de las moléculas, la capacidad de absorción del agua, la viscosidad y el potencial eléctrico.

Los alimentos no tienen las mismas propiedades bioquímicas cuando están cocinados. Están desvitalizados y ademas, poco a poco, aportan nuevas moléculas que progresivamente contaminan todo el organismo. Dentro de los 700 000 especies animales que viven en la tierra, el hombre es el único en refinar y cocer sus alimentos. También, es el que tiene mas enfermedades anodinas y mortales! Buscar el error….!

Desactivación de las enzimas

Las enzimas juegan un rol importante en el alimento vivo. Calentadas a mas de 50ºC, todas las enzimas están destruidas. Pierden sus cargas eléctricas y no tienen la capacidad de encender los catabolismos digestivos. Solos los alimentos crudos contienen las enzimas, cofactores, vitaminas y minerales requeridos por el movimiento molecular digestivo. El alimento crudo aporta sustancias nutritivas y ayudas enzimáticas para facilitar la digestión.

Para contrarrestar el déficit enzimático de los alimentos cocinados, el cuerpo sobreactiva sus glándulas productivas de enzimas. ¡No es raro constatar el triplicado volumen del páncreas, la principal glándula para fabricar enzimas!

Polimerización de los almidones

Las semillas cocinadas no germinan. Bajo la cocción, las reservas nutritivas del embrión están destruidas.

El almidón es un azúcar muy complejo, compuesto de largas moléculas de glucosa. Cierto que la cocción disocia en parte las cadenas moleculares para liberar las dextrinas, pero también reúne en una masa compacta y viscosa difícilmente accesible a los jugos gástricos. Esta masa gelatinosa espesa la sangre y se deposita en los tejidos como una chimenea almidonada.

La viscosidad tapona los intestinos y molesta la asimilación de alimento. La sangre, sobrecargada de sustancias coloidales, pierde su fluidez y no llega a efectuar correctamente la nutrición de las células y la eliminación de los residuos.

Coagulación de las proteínas

Desde los 60ºC, las proteínas coagulan y una importante parte de los aminoácidos no se pueden asimilar. Generan putrefacción intestinal y producen toxicidades como el fenol y el escatol.

La toxicidad de las proteínas cocidas han sido demostrada por el Dr F.Pottenger en su investigación científica.

Carbonización de los lípidos

A partir de los 200ºC las materias grasas se descompóneme y se rompen. Producen unos derivados alquitranados cancerígenos : las acroleinas. Esas acroleinas intoxican la sangre y las células hepáticas.

Las vitaminas liposolubles A, C, E, los tres principales antioxidantes están destruidos y producen radicales libres, los precursores del envejecimiento y de las enfermedades cardiovasculares.

Precipitación de los minerales

La ebullición provoca una precipitación de los minerales que se separan de las estructuras orgánicas a las cuales están unidas.

Esos minerales se encuentran libres, inorgánicos y en grande parte inasimilables.

El calcio contenido en el suelo bajo forma de carbonato, de sulfato o de nitrato de calcio es un mineral inorgánico. Pasando por la planta, se integra en un edificio molecular mas complejo y sobre todo organizado. Evoluciona porque participa a la materia orgánica viva y es únicamente bajo esta forma que puede asimilarse correctamente. El agua de cocción de las verduras esta saturada con esos minerales inorganicos. Esos minerales obstruyen nuestras arterias (oxido de calcio) y el sarro (carbonato de calcio, cal) atasca las canalizaciones. Estos minerales se fijan mal sobre los tejidos vivos y los riñones les expulsan difícilmente. Se depositan en nuestras arterias esclerosándolas. Endurecen los tejidos y provocan el arterosclerosis y la esclerosis múltiple.

Destrucción de vitaminas y de los aromas

La cocción destruye todas las vitaminas. Las vitaminas llamadas hidrosolubles (C, B y PP) se volatilizan en cuanto la cocción se eleva a los 60ºC.

A partir de los 90ºC los aromas (hormonas vegetales) que facilitan la digestión y estabilizan la flore intestinal se destilan y se evaporan. Esos maravillosos agentes de la salud no estarán aquí para sostener los metabolismos celulares.

A los 100ºC, las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) desaparecen.

para contrarrestar el deficit en vitaminas de los alimentos cocidos, el cuerpo extrae en sus propios tejidos las vitaminas necesarias para elaborar enzimas digestivas y deja muy bajo al nivel energético el organismo desvitalizado.

La leucositosis digestiva

¡Después de todos los daños ocasionados por la cocción, seria muy sorprendente que el cuerpo aceptase los alimentos sin quejarse!!

Frente al asalto de tantas moléculas desnaturalizadas, el organismo se protege aumentando la plantilla de su policía orgánica, sus glóbulos blancos, llamados leucocitos.

La leucocitosis digestiva es el termino empleado cuando se produce un aumento de glóbulos blancos en la sangre.

Ese fenómeno conocido desde hace mucho tiempo esta considerado como normal cuando hay enfermedades y después de cualquier ingestión ( con cocción).

La cantidad de leucocitos es de 6000 unidades por milímetro cubico de sangre en una persona con buena salud pero aumenta el triple cuando es una ingestión de alimentos cocidos.

Es el doctor Koutchnakoff demuestra el carácter patológico de la leucocitosis digestiva y que los alimentos cocidos eran la causa. Los alimentos crudos no activan ninguna reacción leucocitaria. El compara ese fenómeno a una mini leucemia con unos efectos a largo plazo de disminución de la inmunidad… entonces la enfermedad!

Ha observado que si los alimentos crudos se consumen antes o con alimentos cocidos, esta leucemia digestiva no aparece (quitando los alimentos cocidos en olla exprés o conservas).

Hay azúcar….. y azúcar

La glucosa es el alimento energético de todas nuestras células. Lo encontramos principalmente en todos los vegetales (frutas, verduras y semillas germinadas). Ese azúcar simple nos ofrece un carburante ideal para alimentar nuestro motor orgánico.

Al contacto del oxígeno en nuestras células musculares, la glucosa se oxida y libera energía. El músculo es un motor que funciona con la glucosa.

La glucosa es un azúcar muy adaptado a nuestra fisiología porque los residuos procedentes de su combustión son fácilmente eliminados.

Después de la oxidación, se queda el agua, H2O (rechazado por los riñones) y el gas carbónico, CO2( rechazado por los pulmones).

Los otros azucares múltiples vienen del almidón de los cereales y legumbres. Solo la cocción y la germinación puede facilitar su consumo.

Pero la cocción hace que el almidón se vuelva muy viscoso y muy compacto y con consecuencia, los jugos gástricos no pueden penetrar el almidón. La digestión es incompleta, los azucares no se queman y los residuos  de naturaleza coloidal (griego: Kolla: cola) permanecen en los humores ( principalmente en la linfa) y ralentizan todos los metabolismos.

Esos residuos coloidales están eliminados , normalmente, por 4 órganos de eliminación especializados: el hígado, la vesícula, los intestinos y las glándulas sebáceas de la piel. A vez , los órganos están saturados y el organismo utiliza otras salidas, tales las mucosas de la nariz (constipados), pulmones (bronquitis) y órganos genitales en la mujer ( perdidas blancas).

Las enfermedades catarrales no provocan dolor pero siempre indican un abuso de consumo de dichos alimentos a base de almidón ( pastas, panes, bollos, cereales cocidos).