Paco S. (Madrid)

“Querida Sandra:

En primer lugar, quiero agradecerte tu constante seguimiento y cariño con el que me has tratado  en tan increíble viaje.

Cuando empecé con el proceso de higiene contigo, nunca me imagine que mi vida iba a cambiar tanto. Podría explicar muchísimas cosas que me han pasado durante el tiempo de higienización, pero me voy a centrar en dos.  La primera, es la estructura alimenticia. Inmediatamente te das cuenta que aun creyendo que te alimentas bien, rápidamente observas que no tenemos conocimiento de nuestro organismo. En breve, pude observar como mi organismo se reestructuraba a una velocidad increíble. Cuando empiezas, crees que no podrás con ello, pero a medida que van pasando los días, no entiendes de dónde sale tanta energía, para no solo continuar sino que desees que no acabe. INCREIBLE.  La segunda parte pero no menos importante, la higiene mental. Debido a toda esa depuración física,  me he sentido con una lucidez y una claridad mental inusual. A veces cuando lo he compartido contigo hasta yo mismo me he sorprendido de lo que sentía a través del proceso que estaba llevando. Por todo esto y mucho más te reitero mi agradecimiento una vez mas. Cuenta conmigo para los ayunos lunares y no descarto hacer un proceso de higiene al menos una vez al año. 

Gracias Sandra por enseñarnos un camino nuevo y ayudarnos a tomar conciencia de nuestro cuerpo.”

Yolanda G. (Madrid)

“Muchas de las cosas bonitas que nos pasan empiezan con un compromiso. El ayuno que realicé unos meses atrás empezó así, con un compromiso de amor hacía mí.

Mi riñón venía dándome la lata desde hacía cuatro años: piedras, continuas infecciones, cólicos nefríticos, molestias. He estado en tratamiento casi continuo de antibióticos recetados por todos los urólogos que me han tratado durante todo este tiempo. A primeros de este año tuve la suerte de dar con un nefrólogo que después de un estudio profundo me comentó que tenía hipercalcemia, que no es otra cosa que un nivel alto de calcio en la orina; se ve que esto es lo que causa la formación de piedras. Durante la consulta me recomendó cambiar mi dieta alimenticia así que decidí ponerme en manos de Sandra. Ella me llevó a un ayuno total de cuatro días y medio en junio tras una preparación concienzuda de casi tres semanas en la que dispones tu cuerpo y mente para ese momento.

Hace un mes me hicieron una urografía intravenosa para saber en qué lugar exacto estaba la piedra y programar así la litotricia. Cuando acudí a consulta la uróloga me comentó que no veían la piedra, ni ella ni el radiólogo. Lógicamente me sorprendí porque todas las pruebas realizadas anteriormente localizaban una piedra en el riñón derecho de 9 mm suficientemente grande y visible como para estar escondida. Después de una corta charla, la doctora me preguntó si había hecho algo y le dije que sí, que había realizado un ayuno de casi cinco días, y ella después de pensar un momento dijo que era bastante posible que el organismo hubiera reabsorbido la piedra. La operación ha sido pospuesta de momento.

No sé si habrá sido reabsorbida, lo comprobaremos en el siguiente análisis que tengo, pero todo apunta a que el esfuerzo y el compromiso conmigo misma han merecido suficientemente la pena.”

¡Gracias Sandra!

Mireya L. (Barcelona)

“El proceso de higiene que he seguido contigo durante casi dos meses ha sido una experiencia increíble.

Como tú bien me decías en nuestra primera toma de contacto, la higienización es un proceso holístico porque conjugan factores de diversas áreas, se tiene que tener en cuenta tanto el área física, como la relacional y la psicoemocional. Durante este trayecto pude observar cómo al mover un área tan esencial como es la física a través de la alimentación, el descanso, el ejercicio físico, el consumo de tóxicos,…, era necesario, a su vez, que las otras partes también estuvieran equilibradas, es más el cuerpo tiende, pide esa homeostasis, aspectos como el autocuidado y la compasión conmigo misma han sido esenciales para lograr esa armonía.

También me gustaría compartir que tu acompañamiento me ha ayudado a conectar o reconectarme con mi cuerpo, a tomar conciencia de qué, cómo y cuándo comía, darme cuenta de lo que realmente necesito o necesita mi cuerpo y cómo la alimentación influye en mi energía, pero sobre todo en mi estado anímico.

He podido observar cómo era posible, al principio lo veía un mundo, desapegarme de mis rutinas, mis hábitos y mi forma de alimentarme, para introducir aspectos más saludables y beneficiosos para mí salud. 

Sandra, por último, quería agradecerte la atención, el cuidado y el cariño que me has mostrado, ha sido un verdadero placer recorrer este camino contigo.”